Tras informes de funcionarios del Reino Unido durante el encuentro del Fondo Monetario Internacional en Washington, la prensa británica reportó que se mantenían vigentes los planes de una rebaja del 50% en la deuda griega y un fuerte aumento del fondo de rescate de la zona euro, el EFSF, donde se espera que las propuestas se concreten de cinco a seis semanas.
Ello reiteró la visión de varios economistas del sector privado y grupos de expertos en Bruselas, que esperan ampliamente una moratoria de Grecia en las próximas semanas o meses, combinada con una recapitalización de los bancos europeos y un aumento de capital en el EFSF para que pueda manejar cualquier repercusión en Italia y España.
Pero funcionarios de la zona euro, pese a que admiten que circulan esas propuestas de política monetaria, elementos de las cuales sostienen que podrían constituir una respuesta fundamental a la crisis de deuda que lleva ya 20 meses, enfatizan que no hay planes específicos en marcha.
En cambio, destacan que sigue el planeamiento en base a que la carga de deuda de Grecia, que está cerca del 160% del Producto Interno Bruto (PIB), pueda sostenerse mientras el gobierno implementa en su totalidad las medidas de austeridad exigidas por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI, la llamada troika.
La jefa del FMI, Christine Lagarde, ex ministra de Finanzas de Francia que hasta hace cuatro meses combatía la crisis desde el lado europeo, también dejó en claro que la zona euro necesita actuar con más rapidez y decisión, llamando a una recapitalización general de la banca en la Unión Europea."No hay cambios al marco en el que estamos trabajando", dijo un funcionario de la zona euro involucrado en la toma de decisiones sobre la asistencia financiera para Grecia, Irlanda y Portugal.
"Todos estos comentarios de un recorte específico (de la deuda) en Grecia o un ensanchamiento del EFSF, son sólo especulación. No estamos trabajando sobre esas líneas", dijo el funcionario.
Fuertes presiones. Ministros de Finanzas europeos se vieron fuertemente presionados por Estados Unidos y el FMI el fin de semana para trabajar más rápida y agresivamente en un amplio plan de rescate para la crisis, que ahora amenaza a la economía global.
"La amenaza de una cascada de moratorias de pagos de deuda, corridas bancarias y riesgos catastróficos debe ser sacada de la mesa", dijo el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, en un lenguaje inusualmente directo.
La jefa del FMI, Christine Lagarde, ex ministra de Finanzas de Francia que hasta hace cuatro meses combatía la crisis desde el lado europeo, también dejó en claro que la zona euro necesita actuar con más rapidez y decisión, llamando a una recapitalización general de la banca en la Unión Europea.
Con calma, autoridades de la zona euro aceptaron que una combinación de una reestructuración mucho más profunda de la deuda griega junto a recapitalizaciones coordinadas de bancos y el fortalecimiento del fondo de rescate tendría sentido y podría ayudar al bloque a salir de la crisis.
Pero no todos están alineados tras ese plan -que necesita el apoyo de los 17 países de la zona euro- y tomará tiempo en las estructuras de toma de decisiones de la Unión Europea (UE) unir tantas partes al mismo tiempo.
"Todas las ideas están allí, pero no es tan fácil como sentarse y decidirlo", dijo otra fuente financiera de la zona euro involucrada en el manejo de la crisis.
"Muchos de nosotros podrían concordar en privado que cualquier cosa menor a un 50% de reducción en Grecia sería sólo cosmético, pero decidirlo entre todos e implementarlo no es tan fácil", dijo.
Via america economía