lunes, septiembre 12

Autoridades de bancos centrales concluyen que no hay señales de recesión, pero sí de desaceleración

Basilea, Suiza. El crecimiento económico global se desacelera, pero no hay señales de recesión, según concluyeron este lunes las autoridades de los grandes bancos centrales del mundo, que sostuvieron que no hay planes para lanzar medidas coordinadas.


Los bancos centrales están preparados para suministrar al mercado la liquidez que se necesite y no hay señales de deflación en las economías desarrolladas, dijo Jean-Claude Trichet en su condición de director del encuentro del Banco Internacional de Pagos.

 "No vemos en lo absoluto una recesión en el escenario pero sí vemos una desaceleración en comparación con lo que se había observado en un periodo reciente", dijo Trichet en una conferencia de prensa en Basilea.

"También vemos que los riesgos a una desaceleración de la economía global han aumentado durante el periodo reciente", dijo.

Las bolsas mundiales se desplomaban este lunes. Las acciones europeas se hundían a mínimos en 26 meses, parcialmente como reacción al fracaso de los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete en presentar algo más que una declaración sobre el compromiso de ayudar a apuntalar la economía mundial tras su encuentro del fin de semana.

Los temores de que Grecia declare un default aumentaron después de que importantes políticos de la coalición centroderechista de la canciller alemana Angela Merkel comenzaron a hablar abiertamente de la posibilidad de que Atenas se declare en moratoria de pago.

La renuncia del consejero del Banco Central Europeo Juergen Stark resaltó las señales de división entre las autoridades del BCE en torno a cómo enfrentar los problemas financieros, mientras que Grecia ha dicho que apenas tiene efectivo para unas pocas semanas más.

Trichet, el presidente del BCE, instó a las autoridades a implementar rápidamente las decisiones que ya han sido tomadas, como la medida del 21 de julio para suministrar a Grecia un segundo rescate financiero.

Los prestamistas internacionales amenazaron la semana pasada con retener el sexto pago del rescate a Grecia debido al desvío en el cumplimiento de algunas metas. Trichet dijo que se trabajaba con la idea de que Atenas iba a satisfacer los criterios de los inspectores de la UE y el FMI.

 Via América economía