Sectores empresariales alertaron sobre los efectos en la cadena de oleaginosas que puede originar la implementación de la franja de precios a la comercialización de la harina de soya para el mercado nacional, que se encuentran fijados por debajo de los costos incurridos en la industrialización de la materia prima, indica un informe de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (C ADEX)
Ante ese panorama, los productores de soya manifestaron su preocupación por las bandas de precios impuestas a la harina de soya (solvente/integral), puesto que estas medidas generan un desincentivo al sector primario.
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO),
Demetrio Pérez, afirmó que las bandas de precios no son adecuadas, haciendo recuerdo de malas experiencias que se tuvieron en rubros como el azúcar, el maíz y otros cereales disminuidos en los últimos años. Además, recalcó que el productor negocia día a día su cereal y los precios vienen dados por los mercados internacionales.
Alertó que esta medida puede multiplicar la desmotivación para la producción del grano de soya. “Mientras exista mayor oferta de la materia prima, mejor será para los otros sectores que la utilizan”, señaló.
En ese sentido, Pérez recomendó que el Estado invierta para tener mayor producción y que la medida sea reconsiderada.”Yo creo que el Gobierno pueda entender la situación y corregirla, para que la sociedad se beneficie con los alimentos y el Estado con las exportaciones”, señaló.
CANEB
Por su lado, el presidente de la Cámara Nacional de Exportadores (CANEB), Goran Vranicic afirmó que el efecto de los precios establecidos por debajo de los costos de producción en las industrias oleaginosas será negativo, puesto que puesto que no se trata de una actividad aislada que no depende de otros actores, si no que en ella se involucran otros sectores del comercio que permiten que la industria llegue al producto final.
Por otra parte, Vranicic señaló que estas no son soluciones óptimas, sino que se deben trabajar en un acuerdo de precios que permitan enfrentar situaciones inmediatas y de esta manera poder combatir contra el posible desabastecimiento. De igual manera, el presidente de CANEB sugirió políticas conjuntas de incentivo y promoción al sector en reemplazo de una regulación de precios “Esta sería una mejor estrategia para combatir la seguridad alimentaria”, afirmó.
Por su parte, el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, afirmó que por más que la medida tenga buenas intenciones, finalmente todos los actores a lo largo de la cadena productiva se verán afectados, recayendo el efecto sobre el eslabón más débil de la misma, afectando al productor soyero mismo.
fuente: el diario