La calificadora Standard and Poor’s (S&P) elevó este jueves su calificación a la deuda en Bolivia de “B” a “B+”, bajo el argumento que la mejora se debe a que en los últimos 5 años, Bolivia logró balances fiscales positivos y un crecimiento sostenido del Producto Interno Bruto (PIB), mantuvo un superávit en la cuenta corriente con perspectivas a seguir creciendo y aumento de las reservas internacionales netas (RIN) record de 10.660 millones a abril de 2011, consolidando el reflejo de sólidos indicadores externos.
Adicionalmente S&P, destaca que la deuda total disminuyó en términos del PIB de forma significativa en un plazo de dos años (2008-2010) y que continuará disminuyendo en los próximos tres años, situación que refleja las acertadas políticas para el manejo de la deuda pública y del mejoramiento de la calidad de la misma, donde prácticamente se eliminaron las deudas en moneda extranjera, plazos cortos y tasas altas por deuda en moneda nacional, a plazos largos y tasas pequeñas.
Al respecto, este hecho ratifica lo que las autoridades económicas nacionales han venido implementando como parte de la política de endeudamiento.
Además, resaltan que el nivel actual de las reservas, proporciona a Bolivia un fuerte colchón ante shocks externos que podrían afectar a los sectores hidrocarburos y minería, señalando que éste nivel de reservas cubre 13 meses de gastos corrientes, que supera ampliamente a los cuatro meses de la mediana para la categoría “B”, también mencionan que podrían cubrir aproximadamente el 200% del total de los depósitos del sector financiero y 50% del PIB.
En este sentido, la política del manejo de las reservas fue de constante acumulación en periodos favorables, que en la actualidad se convierte en importante respaldo para el Gobierno Nacional, pero también para el sistema financiero.
Asimismo, la calificadora Standard & Poor’s, menciona que aún con el uso de las reservas internacionales por USD2.000 millones para el sector productivo, Bolivia mantendría sólidos indicadores externos.
La calificadora considera que Bolivia presenta una perspectiva estable debido a su historial en los últimos cinco años de cumplimiento prudente de las políticas macroeconómicas, afirmando que este escenario de estabilidad presenta un sólido incentivo para la inversión extranjera.
En este sentido, Bolivia se convierte en acreedor externo neto, con fuertes perspectivas para consolidar el modelo productivo, que dinamizará aún más la actividad económica y, por tanto, su contribución a la generación de mayor empleo y de mejorar el nivel de vida de la población