En la cadena productiva, desde la obtención de la materia prima hasta el consumo directo por el cliente final, el tema portuario juega un rol preponderante para las empresas chilenas inmersas en el contexto de globalización. Contar con la infraestructura y tecnología es clave para salir al exterior con éxito.
Para un país como Chile, con una vasta extensión marítima y diversas zonas productivas, el sistema de puertos y su logística es altamente importante en la cadena de valor del país. En esta línea, los puertos son los principales nodos de la red física del transporte marítimo.
Desde el punto de vista logístico, los puertos ocupan una posición estratégica en el sistema actual de producción, comercio y transporte internacional, en especial si se consideran los siguientes factores:
Son los puntos de partida y llegada del transporte marítimo
Los mayores movimientos de carga se llevan a cabo por vía marítima
Los puertos constituyen la mayor interfaz entre modos de transporte, además de ser importantes centros de información
El puerto moderno es un nodo dinámico de una red compleja de producción y distribución internacional.
En función de esto, los puertos modernos deben formar parte de las cadenas logísticas de producción, transporte y distribución, y no desarrollar sus actividades como un eslabón independiente. La influencia de la función logística en los puertos sobre la competitividad del comercio exterior de un país es muy alta.
De acuerdo a las cifras registradas por la Cámara Marítima y Portuaria de Chile, durante 2009 se movilizó una carga total de 79.154.264 TM en comercio exterior a través de los puertos nacionales.
De acuerdo al Índice de Desempeño Logístico “Logistics Performance Index” (desarrollado cada dos años por el Banco Mundial), en 2010 el sistema de puertos chilenos se encuentra en tercer lugar en América Latina, con un 3,09 (la escala de evaluación es de 1 a 5). Le anteceden Argentina con un 3,10 y Brasil con un índice 3,20. A nivel mundial, el ranking lo lidera Alemania, con un LPI de 4,11, le sigue Singapur con 4,09 y Suecia con 4,08.
El Indice de Desempeño Logístico (LPI) es el promedio ponderado de las puntuaciones de los países en seis dimensiones claves:
Eficiencia del proceso de liquidación (es decir, la velocidad, la sencillez y la previsibilidad de las formalidades) de los organismos de control de fronteras, incluidas las aduanas;
Calidad del comercio y las infraestructuras de transporte relacionados (por ejemplo, puertos, ferrocarriles, carreteras, tecnología de la información);
Facilidad de organización de los traslados a precios competitivos;
La competencia y calidad de los servicios de logística (por ejemplo, operadores de transporte, agentes de aduanas);
Capacidad de seguimiento y rastreo de envíos;
Puntualidad de los traslados en el destino previsto alcanzar en el plazo de entrega o esperado.
Fuente: Prochile