lunes, octubre 10

KORES confirma gigante reserva de cobre en Corocoro de La Paz

El 14 de septiembre de 1826, el Cóndor de Bolivia, considerado el primer periódico de la entonces República, publicaba una nota sobre Corocoro y el descubrimiento de una veta de carbón de piedra.
La empresa estatal coreana Kores confirmó el hallazgo de un gigantesco yacimiento de alrededor de cien millones de toneladas de material minero que contiene cobre en la población de Corocoro, oeste de La Paz.

“De esa colosal cifra”, la compañía asiática está en condiciones de “recuperar unas 500 mil toneladas de cobre no metálico”, informó el presidente de Corocobre, empresa subsidiaria de Kores y operadora del proyecto de riesgo compartido, Young Hwan Moon.

“Las alentadoras cifras”, de acuerdo con el alto ejecutivo coreano, son el resultado de los estudios de exploración que ha ejecutado Corocobre desde octubre de 2009 y que concluyeron recientemente.

El depósito cuprífero se encuentra a 110 kilómetros al sudoeste de la ciudad de La Paz.

La propiedad minera cubre 51 concesiones en una superficie de 27,2 kilómetros cuadrados.

Hwan Moon explicó que la fase de exploración incluyó el mapeo geológico, levantamiento topográfico de toda la propiedad geofísica de los sectores de Tankani y Ninoka Huayojtata, perforación de 32 mil metros, excavación de trincheras en más de tres mil metros y muestreo de galerías subterráneas.

Ésta es la primera vez que se realiza una exploración sistemática en el yacimiento de Corocoro. Para ello, en el marco de la legislación boliviana, Corocobre cuenta con las licencias social y ambiental.

En la etapa de exploración,  la empresa asiática invirtió siete millones de dólares. Otros tres millones de la moneda estadounidense se destinarán a los trabajos de pruebas metalúrgicas y estudios de prefactibilidad.

Esta segunda fase se prevé que acabará hasta diciembre de 2012 y, de resultar factible, a partir de 2013 comenzará la construcción de la infraestructura minera y las plantas metalúrgicas para producir cobre de alta pureza.

“Ahora mismo estamos en la búsqueda de la compañía que hará el estudio faltante”, señaló el presidente de Corocobre.

Kores, según Hwan Moon, considera que el yacimiento que trabaja bajo la modalidad de riesgo compartido con la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) “tiene un gran potencial”.

Si los estudios de prefactibilidad confirman los resultados obtenidos en la fase de exploración, Kores prevé una producción de 30 mil toneladas de cátodos de cobre por año.

En junio de 2008 la Comibol y Kores firmaron el contrato de riesgo compartido para el desarrollo de un proyecto hidrometalúrgico de explotación de cobre.

Se calcula que la inversión para desarrollar la mina en Corocoro alcanzará a 210 millones de dólares, el monto más alto destinado por Corea del Sur en América Latina. Esto incluye la instalación de una fundidora.

La reapertura de Corocoro forma parte del fortalecimiento de la minería estatal, impulsada por el gobierno del presidente Evo Morales Ayma.

La mina Corocoro, el mayor centro cuprífero de Bolivia, estuvo cerrada desde 1985, cuando sobrevino la hecatombe de los precios de los minerales en los mercados, por la cual fueron cerradas más de un centenar de minas en el país.

Corea del Sur es el sexto país consumidor de cobre en el mundo.


El pueblo cuprífero ya era noticia en 1826

La Paz de Ayacucho, 14 de septiembre de 1826.- En el pueblo de Corocoro, provincia Pacajes del departamento de La Paz, el ciudadano Claudio Ribero descubrió una veta de carbón de piedra de excelente calidad.

Las muestras del descubrimiento pueden ser examinadas por los ciudadanos que deseen satisfacer su curiosidad en todas las prefecturas departamentales de la República.

Para un país abundante en minas, cuya explotación necesita de impulso extraordinario, y de medios más fáciles y baratos, este hallazgo es de la mayor importancia.

La fuerza y utilidad del vapor hasta ahora prácticamente desconocido entre nosotros, generalizándose por medio de este fósil, simplificará las máquinas, economizará a los brazos aquí tan escasos, hará abundar el agua y por consiguiente multiplicará los trabajos.

No solamente brinda sus beneficios al ramo mineralógico. La agricultura también disfrutará de sus bienes y los áridos campos cuya esterilidad no recompensa el trabajo del hombre industrioso, serán suficientemente regados y fertilizados, con muy poco trabajo, haciendo que el suelo ingrato que antes brotaba espinas infructuosas, dé producciones de provecho.

El Gobierno desea que los bolivianos se penetren de estas verdades y que tomen un interés nacional en explorar las riquezas ocultas en las entrañas del territorio.

El señor Rivero, no hay duda de ello, hará de este descubrimiento inmensas ventajas y además de cosechar sus pingües primicias le quedará la satisfacción de que su nombre pasará a la posteridad en la historia mineralógica de Bolivia.

 Via cambio