1. Hora de descansar
"Dormir menos de siete u ocho horas es un hábito que a corto plazo causa
problemas como dificultad para concentrarse, porque el cuerpo y la mente no se
recuperan de las actividades realizadas en el día", indica Luisa Moreno
autora del libro Vivir con Brio.
Comida: El organismo demanda energía en
forma permanente, aún durmiendo, si quieres levantarte con energía incluye en
tu cena alimentos como pescado y pollo, "tienen triptófano, una sustancia
que ayuda a producir serotonina, la hormona que regula el ciclo de
vigilia-sueño", dice un estudio publicado en Psychiatric
Biology.
Importante: Si
puedes, saca tu computadora y televisión de la recámara, la luz que emite
disminuye la producción de serotonina y no descansas adecuadamente, indica una
investigación del Instituto de Medicina del Sueño, en Nueva Jersey.
2. ¿Te urge huir de la oficina?
Detrás de la falta de energía,
generalmente, hay una dinámica laboral agotadora,
que lleva a limitar o cancelar el tiempo para tus asuntos personales. Eso
además de alterar los niveles de endorfinas produciendo la típica sensación de
agotamiento, hace que la persona quiera desentenderse de cualquier pendiente en
los días de descanso, o incluso, cuando está en la oficina. "A veces la
persona sólo está en la oficina por cumplir el horario, pero no es realmente
productiva durante el día", explica Luisa Moreno.
Comida. Incluye dos veces a la semana arroz, éste
alimento aporta energía en forma de almidón y si lo combinas con pescado y
verduras se convertirá en un aliado para evitar el bajón entre horas, menciona
el cheff Rocco DiSparito, autor del libro Real Life Recipes.
Importante. Haz el propósito de reservar un
tiempo fijo a la semana para tus actividades personales. Si logras establecer
este hábito, conseguirás sentirte menos agotado y con el deseo incontrolable de
pedir tus vacaciones cada 15 días.
3. Sólo juntas y juntas
La falta de motivación es cada
vez más común en las personas jóvenes, a partir de 25 años, porque se llena de
responsabilidades, al grado de preocuparse sólo por cumplir con requisitos del trabajo, y cuando
tienen tiempo libre sucumben ante el sofá y la televisión, añade Moreno.
Comida. Si se trata de aprender a crear espacios
personales (más allá de un café de cinco minutos con el compañero de oficina),
puedes empezar con tu alimentación. En lugar de comer todo de un bocado, para
regresar corriendo a la computadora, dedica al menos 45 minutos a esta
actividad. Eso ayuda a que el intestino trabaje mejor en
absorber vitaminas y minerales, y aproveche la energía que proviene de la
comida.
Importante. En la oficina, siéntate con la pelvis
inclinada hacia atrás de forma que el coxis quede lo más pegado posible a la
silla. Apoya la planta de los pies en el suelo y relaja los hombros sin
despegar la espalda del respaldo. En lo físico, enderezar
la columna ayuda a respirar mejor
y en lo energético es un ejercicio para recuperar la confianza, señala una
investigación de Harvard Medical School.
4. ¿Eres el psicólogo de la
oficina?
A veces es inevitable toparse
con compañeros de trabajo o con un jefe cuya sola plática de 10 minutos te deja
exhausto, debido a que desgastan tu energía emocional con quejas, rumores y
exigencias.
Comida. Cuando te de hambre entre
comidas opta por frutos secos (y deja una día las papitas y el café) que
aportan energía en forma de azúcar, además de hierro, "lo que te ayuda a
librar los ratos en que hay un bajón de energía o ansiedad, dice la nutrióloga
Lucia Mercado.
Importante.
Deja de ‘engancharte' con problemas
ajenos, la próxima vez que tu compañero de escritorio te busque para quejarse
de los superiores o hablar mal de un conocido, sé claro en lo que no te gusta
o, sencillamente, aléjate de esa persona, sugiere Albert Bernstein en su libro Vampiros
Emocionales.
5. Antojitos mañaneros
La alimentación, después de la
respiración, es la principal fuente de energía, si te sientes desganado tal vez
ya sobre pasaste tu cuota de comida azucarada durante el día, señala Elizabeth
Ward, autora de The Pocket Idiot's Guide to the New
Food Pyramids.
Comida. Evitar ser parte de la
estadística de quienes llegan a la oficina, se instalan en la computadora y se
olvidan del desayuno. Alimentos sencillos como jugos, cereales integrales y
frutas fortalecen el sistema inmunológico.
Los cereales, por ejemplo, se transforman en glucosa distribuida en el
organismo en forma de energía, explica Lucía Mercado.
Importante.