Finalmente las fiestas pasaran y con ellas el estrés, los centros comerciales llenos de personas y los aeropuertos imposibles. Es momento de regresar a la oficina y dejar atrás las actitudes de ansiedad y frustración propias de las líneas de pago interminables en los almacenes.
No olvidemos que tener una actitud de sol ayuda en cualquier situación, pero es particularmente importante cuando se aspira a un puesto de trabajo, promoción o nuevos negocios.
Mostrar aplomo, entusiasmo y voluntad de trabajar duro, sin duda alguna podría convertirnos en la persona más apropiada para ese nuevo puesto.
Jessica Kleiman, en su blog nos dice que nada hay peor que una mala actitud de un empleado, compañero de trabajo o vendedor.
Algunos consejos de Kleiman que bien nos pueden servir para iniciar con una buena actitud este año son:
1. Nunca diga “Ese no es mi trabajo”.
Con menos personal y más por hacer, las empresas están pidiendo a los empleados asumir mayores funciones. Si desea moverse hacia arriba y ser útil, asuma la tarea extra siempre que esté dentro de su competencia.
Sin embargo si usted es un técnico y se le pide llevar la contabilidad de la empresa, entonces estaría bien decir: “Estoy más que dispuesto al trabajo extra, pero me temo que la contabilidad no es mi fuerte y no quiero defraudar a nadie. Si hay otra tarea en que pueda ayudar y adecuada a mis habilidades con gusto la haré”.
Con menos personal y más por hacer, las empresas están pidiendo a los empleados asumir mayores funciones. Si desea moverse hacia arriba y ser útil, asuma la tarea extra siempre que esté dentro de su competencia.
Sin embargo si usted es un técnico y se le pide llevar la contabilidad de la empresa, entonces estaría bien decir: “Estoy más que dispuesto al trabajo extra, pero me temo que la contabilidad no es mi fuerte y no quiero defraudar a nadie. Si hay otra tarea en que pueda ayudar y adecuada a mis habilidades con gusto la haré”.
2. Tenga cuidado con sus expresiones.No sería adecuado tener malas expresiones atrás de su jefe cuando no está de acuerdo con lo que dice. A pesar de que nadie se de cuenta, podría ser de muy mal gusto.
Aprenda a tener sus pensamientos negativos en el fondo de su escritorio y a seguir el ejemplo de Lady Gaga, aprender a tener la cara de poker (o mejor aún si es una carita feliz) delante de los demás.
3. Abandone sus quejas.
Todos tenemos momentos en el trabajo en el que estamos molestos por nuestro jefe, colega, o cliente y a menudo nos vemos tentados de quejarnos con los compañeros de trabajo o amigos de la oficina.
Lo cierto: quejarse en el lugar de trabajo no sólo es poco profesional sino también peligroso, por no hablar de las malas relaciones públicas negativas para sí.
Usted podría pensar que se puede confiar en el compañero de celda con el que se sale a comer todos los días, pero en cualquier momento se le podría revertir.
Todos tenemos momentos en el trabajo en el que estamos molestos por nuestro jefe, colega, o cliente y a menudo nos vemos tentados de quejarnos con los compañeros de trabajo o amigos de la oficina.
Lo cierto: quejarse en el lugar de trabajo no sólo es poco profesional sino también peligroso, por no hablar de las malas relaciones públicas negativas para sí.
Usted podría pensar que se puede confiar en el compañero de celda con el que se sale a comer todos los días, pero en cualquier momento se le podría revertir.
Si en realidad está molesto, concrete una cita con su jefe, colega o cliente para atenderla de manera clara y profesional. Guarde sus diatribas para después cuando pueda quejarse con su mejor amiga, madre o cónyuge.
4. No se cueza en su propio jugo.
En lugar de suspiros y murmullos a su jefe y decirle “supongo que me quedaré tarde otra vez” porque tiene mucho trabajo por hacer, siéntese con él y explíquele “Agradezco la responsabilidad adicional que me has dado, pero estoy tratando de encontrar la manera de tener todo acabado en el horario normal de trabajo. A pesar de que no me importa quedarme hasta tarde me gustaría saber cuáles son los proyectos que tienen prioridad para ti para que les pueda hacer prioridad”. De esta manera obtendrá una dirección clara de su jefe sin tener que quedarse hasta noche en la oficina.
En lugar de suspiros y murmullos a su jefe y decirle “supongo que me quedaré tarde otra vez” porque tiene mucho trabajo por hacer, siéntese con él y explíquele “Agradezco la responsabilidad adicional que me has dado, pero estoy tratando de encontrar la manera de tener todo acabado en el horario normal de trabajo. A pesar de que no me importa quedarme hasta tarde me gustaría saber cuáles son los proyectos que tienen prioridad para ti para que les pueda hacer prioridad”. De esta manera obtendrá una dirección clara de su jefe sin tener que quedarse hasta noche en la oficina.
